¿Cómo empezar tu primer estudio fotográfico?

No dejes para mañana, un estudio fotográfico que puedes armar hoy…

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¡Nos pusimos filosóficos! Pues sí, ya deja de esperar tanto y equipa tu estudio ahora. Son pequeños, pero importantes pasos, cuando eres un fotógrafo aficionado y anhelas explorar el campo de uno profesional. Aquí te van unas recomendaciones. 

Iluminación… Una palabra clave y ¡una pregunta muy importante!

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¿Qué necesitas?

Primero, ten una luz continua: éstas son todas aquellas fuentes de luz que “brillan en todo momento”. Este tipo de equipo permite que tu objetivo esté constantemente iluminado sin importar si disparas o no tu cámara (a diferencia del flash que se activa al dispararla). Una luz continua puede ser una lámpara fluorescente, una lámpara de tungsteno, un reflector led o un foco halógeno. La principal ventaja de una luz continua es que te permitirá observar con todo detalle como la luz incide en tu modelo y las sombras que se forman.

Segundo, consigue un flash externo: es la fuente de luz más potente, compacta y versátil. Por su tamaño, es fácil de trasladar y puedes dispararlos directamente sobre tu objetivo s o rebotarlo o difuminarlo como gustes. También trabajar con un conjunto de ellos ya que, al colocarlos alrededor de la escena y dispararlos remotamente, podrás iluminarla sin cables ni conexión a la red eléctrica, y utilizarlos como luces continuas.

Tercero... Otra opción es adquirir flashes de estudio: estos son más potentes que los flashes externos y tan grandes, pesados y poco portátiles como los focos de luz continua.  Sin embargo, su potencia y versatilidad los hacen ideales para modelar la luz en el estudio. Solo bastará que le coloques por delante alguno de los tantos accesorios disponibles (difusores, panales de abeja, gelatinas), de modo de que puedas fácilmente lograr los efectos que estés buscando. Son luces confiables y duraderas, por ende, invertir en ellas no es mala idea. Claro, estos flashes, en comparación con los anteriores, son algo más costosos (hay de cientos a miles de dólares). De todas formas, si buscas bien encontraras opciones muy accesibles. 

Cuarto punto, también puedes obtener una luz de modelado: los flashes tienen una desventaja y es que te resultará muy difícil  juzgar el aspecto final que tendrá una fotografía, ya que éste no iluminará la escena hasta ser disparado. Es por ello que, muchas cabezas de los flashes de estudio, traen consigo lámparas que emiten una luz continua con el mismo efecto de luz que la emitida por el flash. De ahí, su nombre “luz de modelado”. Es como un “borrador” de tu fotografía. De esta forma, podrás trabajar la escena aunque los flashes no se hayan disparado aun. Claro, esta luz no es tan potente ni tiene exactamente las mismas propiedades que el destello de un flash, pero te será realmente útil al trabajar en el estudio y ahorrar cientos de fotografías mal hechas.

Mmm… Puedes equiparte de luces geniales, pero el tema no es tanto generar luz, sino manipularla correctamente. Para poder modelar la luz a tu antojo, te será de mucha utilidad, contar con los siguientes accesorios:

Lentes: la compra del lente de la cámara Canon que estés usando para estudio fotográfico, va a depender de qué tan grande sea tu estudio y cuáles serán tus objetivos. Para retratos, te recomendamos el lente Canon EF 50mm F/1,8 STM; el lente Canon EF 50mm F/1,4 USM; y el Canon EF 85 mm f/1.8 USM. Si tu estudio es grande y permite que captures fotos familiares o de grupo, te sugerimos uses el lente Canon EF 35mm f/2 IS USM | Gran Angular. Si, por el contrario, te estás dedicando a hacer fotografía de productos y tu estudio es pequeño, consigue unos lentes macro.

Pantallas reflectoras: estas pantallas son muy utilizadas a la hora de modelar la luz ya que te permitirán reflejarla, intensificarla o reducirla. Dependiendo del material con que está hecha su superficie, la luz cambiará su color, su dirección y su intensidad. Existen de varios tipos: blancas para dispersar la luz, doradas para lograr una luz más cálida, plateada para una luz más fría, negras para absorberla.

Ventanas de luz: las ventanas de luz o “softbox” son un accesorio que te permitirán suavizar la luz del flash o fuente de luz que estés utilizando. Al situarlo por delante de estos, hacen de la luz que la atraviesa, más difusa y natural. Dependiendo de su material, difuminará más o de menor forma, la luz.

Sombrillas: las sombrillas o “paraguas” te permitirán rebotar la luz del flash en estos de modo de que “la mancha de luz” sea mucho más amplia. De este modo, la luz llegará a tu sujeto de un modo mucho más suave y natural. Dependiendo de cuan cerca o lejos coloques al flash de la sombrilla, la dureza o suavidad de la luz variará. Por eso, procura contar con un soporte que te permita alterar dicha distancia.

Radios de flash: las radios no son otra cosa que un disparador remoto, pero en vez de ser para tu cámara, son para disparar un flash. Éstos te permiten, disparar de forma controlada uno o más flashes pudiendo variar la potencia de estos como lo desees.

Difusores: son accesorios que podrás utilizar para hacer que la luz dura de un flash o un foco se vuelva más suave o más puntual. La idea de utilizar uno es modelar la luz de tu flash a tu antojo.

Trípodes: la estabilidad de tu cámara Canon no es la única ventaja que te da un trípode, sino también el beneficio de usarlo como soporte de varios elementos lumínicos y accesorios que tengas. Utilizando un soporte para flash, podrás colocar un flash en estos junto con su difusor o su ventana de luz para dispararlos remotamente. Hay una gran variedad de marcas, precios y modelos. 

Soportes para flash: estos soportes te permitirán, no solo colocar un flash directamente sobre un trípode u otro soporte, sino también colocar junto a éste una sombrilla o paraguas reflector.

Gelatinas: estas son unas láminas que podrás colocar delante de tu fuente de luz de modo de, por ejemplo, cambiar el color de esta. No son para nada costosas y puedes fabricártelas tú mismo con casi cualquier elemento de color traslúcido como puede ser el acetato o el papel celofán.

Consejos:

Utiliza siempre el exposímetro, el fotómetro interno de tu cámara Canon, que aparece como una recta numérica. Éste mide la cantidad de luz que hay en tu estudio donde y te ahorra el hecho de comprar un fotómetro externo.

Recuerda que la clave de ir armando tu primer estudio de fotografía es ir paso a paso, adquiriendo pacientemente los equipos básicos y después irle incorporando accesorios que necesites. Todo depende del tipo de fotografía que desees hacer. Así que ten claro qué fotos quisieras tomar en tu estudio. 

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