¿Qué pasó en Rusia? por Liz Pinto
Desde que regresé de Rusia, la mayoría de las personas me han preguntado acerca de mi experiencia en el primer mundial de Panamá; Apenas esto sucede, mis ojos empiezan a brillar y se me pone una sonrisa de oreja a oreja, emocionada por contarles todo lo que viví.
Se siente súper bien cuando personas de todas las nacionalidades, camisetas, idiomas, bailes y cantos, se reúnen para disfrutar de uno de los eventos internacionales más lindos y yo estaba que me moría por fotografiar todo aquello.
Les soy sincera: tenía una combinación de miedo con emoción, antes de ponerme a hacer fotos por las calles de Rusia, como las fotos que hago, siempre son pagadas por mis clientes, siento que tengo el permiso de hacerlo sin que se molesten, pero en este caso que era al revés, no sabía qué esperar.
Con la EOS M5 y un lente Canon EF 24-70mm f/2.8L II USM fue con lo que me decidí en salir a fotografiar la emoción de nuestro primer partido en un mundial.
Entre panameños todo era más sencillo, porque me sentía más en mi zona de confort. Entre videos y fotos, animaba a la gente a que posaran para mí o se pusieran a brincar para el video.
Tenía que tener velocidades altas, como por ejemplo 1/2500, para poder congelar todo el movimiento, mantener el desenfoque en 2.8 y un ISO de 100, mientras tenía mucho cuidado cuando empezaban a brincar.
Caminando hacia el estadio, tenía la preocupación que no me dejaran entrar el lente, por el tamaño del mismo. Para mi sorpresa y la de muchos, no hubo prohibiciones y pude pasarla sin problemas por seguridad.
Cuando abrieron por primera vez nuestra bandera sobre el campo y empezaron a sonar las primeras notas de nuestro himno, fue tanta la emoción, que realmente no pude grabar sin que mis manos temablaran y lo podrán ver en el video que les comparto acá.
De las grandes ventajas, era que el sol salía alrededor de las 3:00 a.m. y se ocultaba a las 11:00 p.m., lo cual daba muchas oportunidades de tomar fotos sin problemas, hasta altas horas de la noche.
Aunque todo suena genial, también tenía que estar muy pendiente de mi equipo, porque los lugares eran muy concurridos. A pesar de que había mucha seguridad, prefería tener la cámara muy cerca de mí y estar siempre acompañada de alguien, para tener un par de ojos extras mientras me enfocaba en hacer las fotos.
La única palabra que aprendí en ruso fue ??????? (spasiba), que significa “gracias”. Y es que eso es lo que me traje de Rusia: mucho agradecimiento.
¡Gracias por taaaanto sele! Por las alegrías, los nervios, las lágrimas y los recuerdos. Me inspiras y demuestras que, a pesar de ser “chiquitos”, podemos alcanzar sueños de gigantes.
La primera vez, nunca se olvida y que bonito haberla vivido tan de cerca y mejor aún traerme esos recuerdos que la EOS M5 me hizo inmortalizar.
¡Que viva Panamá!